GUADALAJARA:
BIODIVERSIDAD Y PAISAJE EN PELIGRO
El despliegue de renovables a gran escala y el enorme cambio que
ya se está produciendo en el territorio afectando a paisajes, a la naturaleza y
las zonas rurales no es todavía perceptible para los ciudadanos, ya que la
mayoría de los proyectos aprobados todavía no están en construcción aunque
pronto lo estarán.
Extensiones de terrenos ocupados por proyectos en trámites
administrativos o ya aprobados para energía fotovoltaica de 7000 ha en la
Alcarria (alta y baja Alcarria) , 4650 ha en La Campiña y los cerca de 50
parques eólicos (en funcionamiento o en trámites administrativos) hablan del
alto despliegue de renovables en marcha en nuestra provincia.
Hay que acostumbrarse al nuevo paisaje salpicado de plantas
fotovoltaicas valladas, enormes molinos de viento y torres de alta tensión que
modifican profundamente el territorio.
Las enormes
afecciones que este despliegue tiene para nuestra biodiversidad y la vida rural
son de sobra conocidas, pero parece que no tienen importancia ante el objetivo
de industrializar el mundo rural y proveer de energía a toda Europa y al resto
del planeta si se tercia. Este modelo desarrollista obvia (hay que llenar los
bolsillos de los de siempre) que las energías renovables, siguiendo un modelo
distribuido, son la mejor herramienta para lograr que todos los ciudadanos,
vivan en ciudades o pueblos, puedan acceder a una energía barata que provenga
de pequeñas plantas solares/eólicas de proximidad, comunidades energéticas y de
autoconsumo. ¿Megaproyectos? Sólo los necesarios tras una planificación
rigurosa y una buena selección de las ubicaciones, priorizando zonas degradadas
y con poco o nulo impacto para la biodiversidad.

A pesar de los numerosos parques eólicos que funcionan en
nuestra provincia desde los años 2002-2003, no existen estadísticas oficiales
de la mortandad de la avifauna y de quirópteros (murciélagos) en ellos. Los
datos de los estudios de Vigilancia Ambiental, si existen, no son accesibles
para los ciudadanos y asociaciones. Tampoco se conocen las cifras de las
muertes por colisión y electrocución de aves en las cada vez más numerosas
líneas de alta tensión. Esta dejadez, o estrategia de opacidad por parte de las
administraciones, impide conocer las afecciones que se están ya produciendo en
las instalaciones industriales de renovables en funcionamiento, corregirlas o
cerrar aquellas que se revelen como de gran impacto para la biodiversidad.
Las administraciones impulsan un despliegue de renovables que
tiende a aislar las zonas protegidas mientras en el resto del territorio hay
vía libre para para acabar con el paisaje y la biodiversidad, en lugar de
planificar el territorio y promover la interconexión entre espacios protegidos,
Red Natura 2000 y áreas de alta biodiversidad con planes de protección de
especies amenazadas.
En nuestra provincia ya hay proyectos aprobados que muestran
la falta de interés y protección que nuestras administraciones (central,
autonómicas y locales) están dispuestas a dar a la biodiversidad, el paisaje y al
sector primario.
Como ejemplos mencionaremos la destrucción del paisaje
protegido del valle del río Ungría, valle que va a verse rodeado de
fotovoltaicas ubicadas en las alcarrias que delimitan el parque; los parque
eólicos ya en funcionamiento (El Chaparro), aprobados (El Castillar) y en
estudio (Piedrablanca y La Sierrezuela) que rodean el PN del Barranco del río
Dulce, el rebollar de Navalpotro, el valle y salinas del Salado y el valle de
Tajuña en Torrecuadrada. Estos parques
eólicos impiden la interconexión de la fauna entre los diferentes espacios
protegidos poniendo en grave riesgo a los quirópteros (murciélagos) y a las
aves rupícolas, necrófagas y rapaces que nidifican en estos espacios y que
campean y buscan alimento en los campos colindantes. Otro ejemplo lo situamos
en Almoguera, donde el CSIC ha definido tras años de estudios y censos una
zona, entre Yebra y Almoguera, de gran importancia para la reproducción, campeo
y dispersión de la avutarda (especie esteparia catalogada como “vulnerable”) en
el centro peninsular. Solapándose con esta zona se ha aprobado una planta
fotovoltaica y su línea de evacuación.
La Campiña de Guadalajara es una zona de muy alta biodiversidad.
Tenemos especies que nidifican y campean en nuestro territorio incluidas en el
Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Castilla-La Mancha (CREACM) como “en
peligro de extinción”: águila imperial ibérica, águila perdicera; especies “vulnerables”
como el sisón común (el MITECO acaba de declarar esta especie como en “peligro
de extinción”), la avutarda
euroasiática, ganga ortega e ibérica, aguiluchos cenizo, pálido y lagunero,
águila real, halcón peregrino, cernícalo primilla, o milano real, entre otras muchas especies. El
paisaje de la Campiña de agro-estepas, monte bajo, encinares y numerosos
arroyos y pequeñas lagunas temporales favorecen esta gran biodiversidad,
actualmente muy amenazada por enormes proyectos fotovoltaicos.
En La campiña occidental, lindando ya con Madrid y con la
ZEPA “Estepas cerealistas de los ríos Jarama y Henares”, hay proyectos que ocupan 3523 ha de terreno en
los términos municipales de El Casar, Valdenuño Fernández, El Cubillo de Uceda,
Casa de Uceda, Villaseca de Uceda, Viñuelas y que siguen pendientes de
resolución por parte del MITECO. Estos terrenos presentan muy alta
biodiversidad y deberían estar incluidos por sus características medio
ambientales en la RN 2000. El MITECO denegó hace unos meses otros proyectos en
La Campiña de Guadalajara alegando precisamente esa alta biodiversidad, y que
presentan características para ser parte de la RN2000 por lo que esperamos que
no haya arbitrariedad y que la
resolución a estos proyectos sea la misma: el reconocimiento de su gran
valor ambiental y su exclusión del despliegue de renovables.
La exclusión de esta zona occidental de La Campiña del
despliegue de renovables ha sido solicitada por las asociaciones integradas en
la plataforma ALIENTE en Guadalajara (de la que forma parte Ecologistas en
Acción de Guadalajara) y ciudadanos mediante escritos a las administraciones y
mediante una campaña de firmas que fue ya entregada a la Delegación Provincial
de Medio Ambiente de Guadalajara.
Nuestro paisaje y nuestra biodiversidad están en peligro dado
que en Castilla-La Mancha se ha apostado desde la administración autonómica por
el despliegue masivo y desordenado de plantas fotovoltaicas y eólicas sin
impulsar y apoyar el autoconsumo. En Castilla-La Mancha hay tan solo 5 comunidades
energéticas, en Guadalajara ninguna; estamos desde luego muy lejos de las 83
comunidades ya funcionando en la Comunidad Valenciana.
Desde ECOLOGISTAS EN ACCIÓN DE GUADALAJARA hacemos un
llamamiento a la responsabilidad del gobierno central, de la administración
autonómica y de los ayuntamientos para preservar el territorio, el sector
primario, el paisaje y la enorme biodiversidad que caracteriza a nuestra
provincia.