jueves, 25 de agosto de 2016

Analizamos la "Limpieza" del Arroyo de Valdenoches

Varios días atrás salía en la prensa local que el Vicealcalde del Ayuntamiento de Guadalajara (D. Jaime Carnicero) anunció que, a petición de la alcaldesa pedánea de Valdenoches, se ha procedido a la "limpieza y desbroce" del arroyo del Val, que atraviesa este pueblo pedáneo de Guadalajara.

Nos hemos acercado por la zona "limpiada" para ver qué han hecho, y nos hemos encontrado con una serie de aberraciones que demuestran algo que venimos defendiendo en Ecologistas en Acción de Guadalajara y otras asociaciones ambientalistas desde hace tiempo: "limpiar" los arroyos es una auténtica barbaridad que sólo causa perjuicios al río, a la población local y a la fauna y a la flora. En muchas ocasiones, incluso constituye un delito ambiental.

Normalmente las "limpiezas" son demandadas por la población porque la vegetación de ribera impide el acceso fácil y/o la simple visión del agua. En numerosas ocasiones se argumenta falazmente que la vegetación (también llamada "broza" o "maleza", términos que hay que desterrar por sus connotaciones negativas) "obstruye" el río y "no deja correr libremente el agua", lo que supuestamente da lugar a estancamientos que, además de dar mal olor, son foco de cría de insectos molestos (mosquitos, etc.). Es decir, mucha (demasiada) gente piensa que un río es un simple canal por el que corre el agua, y todo lo que haya en ese canal, sencillamente estorba.

Pues bien, nada más lejos de la realidad. La vegetación de ribera da sombra al agua, lo que permite bajar la temperatura de ésta y por tanto hacerla más desagradable a los mosquitos que dejan de poner sus huevos allí. Esa vegetación además da cobijo a pequeños pájaros cuya dieta son precisamente esos mosquitos.

Respecto a los supuestos estancamientos, lo que la vegetación hace es incrementar la tortuosidad efectiva del cauce: hace que el agua deba pasar por muchos recovecos (algo así como un laberinto), pero nunca llega a estancarse. Al pasar esos huecos, el agua pierde capacidad erosiva y por tanto no descalza las infraestructuras adosadas al río. Además, si ese agua va cargada de residuos (vertidos de aguas fecales, por ejemplo), al pasar por estos recovecos éstos decantan: se van al fondo, y por tanto se evita que den mal olor.

Después de esta pequeña introducción "teórica", veamos lo que han hecho en Valdenoches:




En efecto, un desbroce en toda regla. Han dejado el río como un auténtico canal. Sin embargo, en la primera foto se ve que han dejado en el cauce un palé y otros elementos ajenos al río: ¿no lo iban a limpiar? Si ese palé es un paso para cruzar el arroyo ¿por qué hay unos metros más arriba una pasarela bien construida?

Si nos fijamos con un poco más de detalle, veremos cosas como estas:


En la primera foto se ve cómo el agua baja turbia: al no tener obstáculos, la velocidad del agua aumenta y con ello su capacidad erosiva. La turbidez del agua se debe a la tierra que el río ha excavado y lleva en suspensión. En la foto que han puesto en la noticia que enlazamos más arriba se ve que el agua baja incluso más turbia: la "limpieza" estaba más reciente.

En las otras dos fotos se ve cómo se han dejado basuras y bloques de hormigón en el cauce del río: ¿no se supone que es una limpieza? ¿Es limpieza quitar la vegetación natural y dejar escombros y basuras?

Los efectos de la mayor erosión ya se aprecian en el propio arroyo:
Se ve perfectamente cómo el canal de desagüe de avenidas (donde está el gato) está completamente descalzado: toda la tierra que había entre el hormigón y el agua ha desaparecido. La razón: las "limpiezas" que se han hecho con anterioridad en el Arroyo de Valdenoches, además de que el cauce fue modificado hace muchos años, dejándolo completamente rectilíneo. ¿Quién pagará el coste de reparar ese canal? No lo dudéis: todos los ciudadanos de Guadalajara y Valdenoches, con sus impuestos.

Pero aún nos queda lo mejor:

Los ojos del puente que cruza el río, a dos metros escasos de la foto anterior, ¡¡están obstruidos por ramas y piedras!! ¡¡Han conseguido lo opuesto que pretendían con la "limpieza"!!

Acabamos:
Desde Ecologistas en Acción reiteramos que las mal llamadas "limpiezas" son actuaciones bárbaras, aberrantes, cuyo único propósito es dejar el río como un canal. Sin embargo, un río es mucho más que un simple canal: es un ecosistema en sí mismo. Las "limpiezas" tienen efectos nefastos en la flora, fauna y relieve del río. Y lo que es peor, las "limpiezas" son contraproducentes: consiguen todo lo contrario a lo que se busca. En lugar de reducir los olores, los aumenta.
  • En lugar de proteger la vega de las avenidas, éstas son más destructoras cuando ocurren.
  • En lugar de evitar la proliferación de mosquitos, la favorece y expulsa a la fauna que se alimenta de ellos.
  • En lugar de ahorrar costes, los aumenta dado que las infraestructuras anexas al río se ven afectadas, aparte de que en cuanto la vegetación se recupera, se vuelve a desbrozar porque la vegetación estorba.
Desde Ecologistas en Acción requerimos a los responsables públicos que dejen de realizar este tipo de intervenciones brutales (y, reiteramos, en algunos casos constitutivas de delito ambiental) en nuestros ríos.

Y por último un agravante del hecho, no hemos podido constatar que se haya hecho con las autorizaciones pertinentes de la Confederación Hidrográfica que es quien debe autorizar estas limpiezas.

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